En la víspera de Navidad de diciembre de 2021, DIARIO DE CHINOS entrevistó a Iglass sobre el uso que hace Estados Unidos de la posición de Taiwán para competir con China y la relación de China con la Unión Europea y Estados Unidos. Las preguntas del reportero y las respuestas de experta son las siguientes:

Pregunta:¿Cuáles son las actitudes específicas actuales de los países de la UE hacia China y su punto de vista sobre Taiwán? ¿Cuáles son las ideológicas políticas principalmente? ( Sobre política, diplomacia, economía, comercio e intercambio cultural) Puede explicar brevemente sobre los países con los que está familiarizada, teniendo a España como el centro del estudio.

Respuesta:Taiwán se ha convertido en el punto más caliente del enfrentamiento entre EEUU y China. Si el presidente Trump trató sin éxito de contener a China económicamente, Biden ha ido varios pasos más allá y busca contener a la República Popular diplomática, tecnológica y militarmente. Para Biden es importante la política antichina porque es la única bipartidista y, siendo un presidente débil, necesita un enemigo exterior para tratar de resolver los problemas internos de EEUU. Taiwán es el cebo perfecto para atacar a China en los distintos frentes, primero porque China lo considera una línea roja y luego porque la isla se gobierna de forma independiente desde 1949 y desde las elecciones presidenciales de Lee Teng-hui, en 1996, es una democracia de carácter liberal y valores semejantes a los que Occidente defiende de forma mesiánica.
El problema de la UE es que tiene el corazón en Washington y la razón en Pekín, lo que significa que comparte los argumentos utilizados por EEUU en defensa de Taiwán, a los que se suman los llamamientos desesperados de Tsai Ing-wen para que el mundo reconozca a la isla como un Estado, algo que solo pretenden los seguidores del gobernante Partido Progresista Democrático, ya que, según las encuestas más del 80% de los taiwaneses son favorables al status quo actual. En cuanto a que la razón lleva a Europa a Pekín no es de extrañar, puesto que China es el primer socio comercial de la UE y los intereses económicos entre Pekín y Bruselas son enormes. Es cierto, sin embargo, que la rapidez del crecimiento chino atemoriza cada día más porque puede estrangular con facilidad a las economías dependientes y forzar compromisos contrarios a los intereses particulares de un país concreto. La UE ha sido hasta ahora una gran potencia reguladora, defensora del multilateralismo y un orden internacional que se ha vuelto obsoleto, pero en cuya transformación quiere participar sin coacciones y el modelo político autoritario de Pekín siembra dudas.

Pregunta:Con respecto a la lucha chino-estadounidense en Taiwán, ¿qué actitud y prácticas ha adoptado la UE ?, ¿EEUU ha mantenido mucha comunicación y coordinación con la UE y sus estados miembros con respecto a este tema? (Por ejemplo, con la República Checa, Lituania y otros países).

Respuesta:La Unión Europea tiene serias dificultades para situarse con firmeza a una distancia razonable del enfrentamiento entre China y EEUU. La falta de una política exterior común y una defensa propia merman a la UE como actor internacional. Los intentos actuales de conseguir una autonomía estratégica son socavados tanto desde fuera –por EEUU—como desde dentro por los populismos euroescépticos y por buena parte de los países del Este de Europa que vivieron dentro de la URSS o bajo su influencia. Precisamente, China quiso aglutinar a estos países en el 16+1, pensando que dividiendo a la UE tenía más facilidad para introducirse en el bloque. No tuvo en cuenta, sin embargo, la aversión de gran parte de estos países a Rusia y la fuerte atracción que ejerce EEUU sobre ellos.
A la hora de desestabilizar la política china de la UE, Washington lo ha tenido fácil ofreciendo apoyo contra Rusia y colocando a China y Rusia en el mismo plano de abominación. La decisión de Lituania, uno de los tres países bálticos y exsoviéticos, de abrir una embajada de facto de Taiwán no es casual, como revela que a los dos días del anuncio de Vilna, EEUU ofreció a Lituania 600 millones de dólares para paliar los problemas económicos que pudieran derivarse de la medida. El golpe a la unidad de Europa ha sido brutal y no proviene solo de Lituania, uno de los países más pequeños de la Unión. La actitud de China tampoco facilita la diplomacia de Bruselas.

Pregunta:¿Cree usted que después de que varios países miembros de la UE hayan tomado la iniciativa en mostrar buena voluntad hacia Taiwán y hayan surgido diferencias dentro de la UE. Otros países de la UE como España han guardado silencio de momento, van a fortalecer gradualmente las relaciones diplomáticas, económicas y comerciales con Taiwán, y van a participar en los asuntos del estrecho de Taiwán y de Indo-Pacífico?

Respuesta:La UE está en una posición muy delicada y todo dependerá de la actitud de China. Cuanto mayor sea la presión que China ejerza sobre la isla, más crítica será la opinión pública y la de los parlamentos europeos hacia Pekín, lo que limitará la capacidad de maniobra de los gobiernos. Taiwán juega la carta de la opresión y eso levanta muchas simpatías, sobre todo si se tiene en cuenta que ha adoptado la democracia, la libertad de prensa y otros valores occidentales, lo que genera cercanía. Europa no puede precipitarse hacia un lado o el otro porque corre el riesgo de romperse. España, como la mayoría de los países de la UE, entiende la importancia que Pekín concede a la reunificación del territorio nacional, pero considera que la única forma de conseguirlo debe ser por consenso. En cuanto a participar en los asuntos del estrecho de Taiwán y del Indo-Pacífico, si se refiere a asuntos militares, creo que España y buena parte de la UE se oponen radicalmente a cualquier aventurismo militar en la zona, como han demostrado las críticas a la creación de la alianza AUKUS, y defienden el diálogo como única salida posible al malestar reinante.

Pregunta:Usted mencionó antes que España y la mayoría de los países de la UE se oponen al aventurerismo militar en la región, pero de hecho, también hemos visto recientemente que Lituania, la República Checa y otros países han apoyado cada vez más el «estatus de independencia» de Taiwán. Francia también vende armas a Taiwán. ¿Puede analizar en detalle las consideraciones prácticas de estos países? ¿Qué países apoyan más la solución de problemas a través del diálogo?

Respuesta:Creo que todos los miembros de la UE apoyan el diálogo, pero entre los países que estuvieron bajo la influencia soviética –en el caso de los Bálticos fue directamente anexión— existe una clara animadversión hacia Rusia y una simpatía casi ciega hacia EEUU. A esos países y a EEUU les une un enemigo común: Rusia, por lo que el acercamiento de esta a China, aleja a los países del Este de Europa de Pekín. Es evidente que Washington ha tenido fácil manipular a Vilna: el ministro de Exteriores lituano, Gabrielius Lansbergis, estuvo en EEUU en noviembre para expandir los lazos económicos y comerciales entre los dos países. Su objetivo era debilitar a China, pero no le ha importado que la UE sufriera las consecuencias. Además, la respuesta desmesurada de China ha complicado la situación. Pekín ha mordido el anzuelo de Washington. Arremetiendo contra Vilna se ha mostrado intransigente y ha dado alas a sus enemigos para que engrasen la maquinaria propagandística que presente la acción unilateral de Lituania como la lucha entre David y Goliat. El firme apoyo de Polonia y la República Checa tiene más que ver con sus posiciones antirrusas que con China.

Pregunta:Después de la pandemia, ha empeorado el sentimiento hacia China en España y en toda Europa, cree usted que todavía hay margen para la cooperación con China en Europa? (Por ejemplo, la actitud actual de la sociedad civil de España y otros estados miembros de la UE hacia la cooperación con China, ¿tiene el gobierno algún escrúpulo en cooperar con empresas chinas y con el gobierno chino? ¿y qué escrúpulos podrían ser esos?)

Respuesta:La propaganda antichina ha crecido exponencialmente en los últimos años y China no ha sabido gestionar bien de cara a Occidente su lucha contra el Covid19 y el enorme apoyo brindado, sobre todo a los países en vías de desarrollo, para frenar la pandemia. Pero es un hecho que en Europa no se han dado casos de acoso a personas por el mero hecho de ser chinos, como ha sucedido en EEUU.
No me cabe la menor duda de que hay mucho margen de cooperación con China. España y Europa tienen claro que China es un actor internacional fundamental para abordar los grandes retos del planeta, desde el cambio climático a la regulación del ciberespacio, pasando por las pandemias, los paraísos fiscales y las mafias internacionales. Europa tiene mucho que aprender de China: de la cohesión de su sociedad, de su planificación y capacidad de ejecución, así como de su resiliencia. En cuanto a la cooperación empresarial, es evidente que las relaciones bilaterales son muy asimétricas y China tendrá que hacer un esfuerzo de equidad y abrir su mercado para que las empresas europeas puedan participar en las mismas condiciones que las chinas, igual que sucede con las empresas chinas en Europa. Tendrá que haber también una mayor reciprocidad en las inversiones.
Tecnología e innovación se dan la mano para acelerar los cambios que están transformando radicalmente el Planeta, en los que la cooperación de Europa y China será clave para llevarlos a buen puerto.

Pregunta:Estoy muy de acuerdo con su opinión de que China y Europa cooperarán en los campos de la tecnología, la innovación y el comercio para cambiar el mundo de manera conjunta. Sin embargo, la UE ahora está impulsando el proyecto de ley contra la coerción y otros proyectos de ley que creemos que no son propicios para la cooperación China-UE. ¿Puede analizar las principales consideraciones de la introducción de este proyecto de ley por parte de la UE y su impacto en la cooperación bilateral después de su introducción?

Respuesta:La UE se compone de realidades muy diversas y para progresar necesita tomar decisiones firmes que pongan coto a la unanimidad, que paraliza las posibilidades de avanzar en los distintos frentes. El nuevo instrumento de coerción se enmarcaría en la Política Comercial Común, lo que daría a la Comisión Europea más margen de maniobra, de manera que la puesta en práctica de las medidas de sanción quedaría en manos de la Comisión, pero sería el Consejo el que tomaría las decisiones por mayoría cualificada, lo que permitirá a la Comisión actuar de forma más rápida y eficaz. Esta normativa no está dirigida contra China, aunque la interrupción de las cadenas suministro por el castigo de Pekín a Lituania, han demostrado la urgencia de implementarla. Todos los países deben entender que Bruselas representa la unión voluntaria de 27 países y que cualquier medida contra uno de ellos afecta directamente al resto y la UE tiene derecho a defenderse.

Georgina Rosa Higueras Rumbao es una periodista y escritora española, conocida como Georgina Higueras, experta en Relaciones internacionales y Asia.

En el dia 6 de octubre 2009 La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha presidido la toma de posesión de Georgina Higueras(foto a la derecha) como nueva directora general de Comunicación de la Defensa, en un acto celebrado en la sede del Departamento.(esta foto procede del ministerio de defensa)

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